sábado, 26 de marzo de 2011

EL ÚLTIMO SAN VALENTÍN

Mi relato ya está empezado.
Va por el capítulo 1, pero espero que os guste lo que llevo escrito.
Solo es el principio...
http://demivozati.blogspot.com/

Cuando el demonio se cruzó en nuestras vidas

Era la noche más lluviosa desde hace medio siglo. Llovía, se oían truenos. A ellos no les importaba.
Se acababan de casar, se llamaban John y Rose, y estaban pasando la luna de miel en Nueva York, después de su boda en Helsinki.
Él tenía los ojos verdes. El pelo rubio y liso, con un flequillo que casi le tapaba un ojo. Vestía con chaqueta vaquera, con vaqueros y una camisa blanca impecable.
Ella era morena, de ojos oscuros y profundos. Tenía el pelo liso y largo. Por detrás se había hecho una cola. Ella vestía con una falda y una chaqueta negra.
Los dos se fundieron en un abrazo. A Rose le daban miedo las grandes tormentas. Y más en las grandes ciudades, y no en su pequeño pueblo de Alemania.
Él estaba acostumbrado, era de Inglaterra.
-...No me gusta nada esto...-dijo ella, asustada.
-No temas-dijo entonces él-yo te protegeré-.
-Pero es que una vez soñé con que en una tormenta como esta el demonio llegaba del trueno de las 0:00 y mataba a todo lo que viera, al día siguiente...-no dijo nada, se le resbaló una lágrima, que él recogió y secó.
-No va a pasar nada-dijo él, con voz tranquilizante-a tus padres los asesinaron unas personas, no el demonio-.
-Ya...-dijo ella.
-Bueno, vámonos a dormir-.
-Vale...-.
Llegó las 23:56, ella no conseguía dormir. Veía el reloj constantemente. Él estaba leyendo tranquilamente.
Cuando se quiso dar cuenta, habían llegado las 12.
Ella escuchó un trueno. Gritó y se agarró fuerte a su marido.
-No temas...-repitió él como antes de que se acostaran.
-Va...vale-dijo ella, pálida de puro terror.
Llamaron a la puerta. ¿Quién sería?.
Ya eran las 2 de la mañana.
-Vo...voy a ver quién es...-dijo él, aterrorizado.
-Vale...-dijo ella, que se escondía entre sábanas.
Abrió con mucho cuidado, pero no había nadie. Lo único que se fijó es que el cielo estaba rojizo, y sin nubes.
Él pensó que sería algún bromista...
Pero se estremeció solo al sentir un gran frío interior...
-Aaaaah!!-chilló, cayendo.
-¡¡¡JOHN!!!-dijo ella, saltando de la cama.
Cuando llegó, casi se desmaya.
Estaba allí, tirado, con los ojos en blanco y sin respiración.
Vio una sombra, y entonces se llenó de ira.
-¡¿¡Fuiste tú!?!-gritó.
-Sí, ¿no te lo imaginabas?-dijo la sombra.
De pronto, saltó una llama de fuego y salió él.
Era Satanás.
-¿¿Por qué lo has hecho??-chilló-¡te mato!-.
-Vale, juguemos-dijo él-pero lo haremos...en mi campo...-y dio un chasquido de dedos.
Pronto se sentiría con muchísimo más calor.
Estaban en una especie de coliseo romano, solo que mucho más gris que eso.
Ella estaba alli, sorprendida.
De pronto, sintió que en sus venas no corría sangre, sino fuego.
Se consumía ante aquella sensación.
Pero contraatacó.
Le dio una gran estocada a su oponente, pero no le hizo nada.
Desapareció.
Apareció detrás. Un manto de lava caía de una colina cercana hacia ellos.
Ella no se percató. Dio un gran salto hacia atrás y le propinó una gran estocada rápida en el pecho que no pudo esquivar.
Pero ella estaba sin fuerzas. Cayó, derrotada.
El diablo, viendo como ganaba a su oponente, se curó rápido la estocada y la cogió con los brazos.
-Fin...del...-fue diciendo.
-No...no...-decía ella sin fuerzas.
-Juego-y la quemó con sus brazos en un momento.
Pronto solo se convertiría en cenizas...

viernes, 25 de marzo de 2011

Música...

La música es lo único que puede llevar nuestros sentimientos más allá.
Puedes estar triste, escuchar Hello de Martin Solveig ft. Dragonette y sentirte mejor.
Puedes estar triste, escuchar Deja de llorar-y vuelvete a levantar de Mägo de Oz y sentir que puedes hacer algo más.
Puedes estar alegre, y aunque escuches una canción triste, seguirás feliz.
La música y los libros son mi pasión. Mi protección...

Compongo canciones....

Son como poemas, le pongo ritmo, pero solo se lo puedo dar con el piano eléctrico, ya que no tengo guitarra ni nada.
Alguna vez os meteré aquí algunas canciones que componga, la letra y la partitura!
Espero que os gusten!

I can't say this with words...

Él estaba sentado. Intranquilo. Iba a tener una cita con ella, la más guapa del instituto, pero que era rechazada por sacar buenas notas.
Al fin.
Le gustaba tanto física como personalmente. Habían sido amigos desde hace mucho tiempo...
Por fin le podría decir que la quería.
Más que al oxígeno, más que a la vida, más que a todo.
Llegó.
Tenía el pelo suelto, una melena morena y brillante, unos ojos profundos, abiertos de par en par y azules, como el cielo despejado de una gran tarde de verano, como era aquella. La nariz respingona, le sentaba muy bien.
Iba natural. Nunca confió en maquillajes, pero era hermosa así.
-¡Hola!-dijo ella-siento haberte hecho esperar...-
-No pasa na...nada-dijo cortado el chico.
-Pero, ¿no íbamos a hacer los deberes juntos? ¿por qué no tienes ningún libro?-preguntó ella extrañada.
-Es que... quería hablarte.... de nosotros-decía-quiero que...-no le salía nada de la boca, estaba en blanco.
¿Qué le pasaba?
-¡¿Quieres qué?!-dijo ella, impaciente y a la vez algo enfadada.
-Uff, no sé decir esto con palabras....-susurró-bueno...-
-¡Eh!-dijo ella cuando se abalanzó, creyendo que sería otra cosa, pero fue lo que él quería.
Se fundieron en un abrazo y un gran beso.
El beso duró un tiempo. Ella no sabía por qué, pero quería que fuese eterno. Al igual que él.
-¿Lo entiendes?-dijo.
-¡Sí!, ¡sí quiero que salgamos!-gritó ella, eufórica.
-¿¿¡¡Cómo??!!-preguntó-no me esperaba esa respuesta...-
-Me has gustado de siempre pero...-paró un momento-no sabía cómo decírtelo.
Y un malentendido no hizo que dos personas se enamoraran, porque hay cosas, que, en serio:
I can say with words...

martes, 22 de marzo de 2011

Esto es para dos personas especiales

Hace poco que fue el día del padre; ya lo sabréis.
Pues en este día se me olvidó regalarle algo a mi padre.
Una amiga me dio la idea de hacer esto; ella ya lo había hecho.
Por eso: FELIZ DÍA DEL PADRE.
-Por ser alguien que me sabía entender.
-Que me animaba
-Ayudarme en TODO.
-Por tu cariño
-Entrega.
-Tiempo y dedicación en mí.
Por eso y muchísimo más, te quiero!

También quería dedicarle esto a mi recién nacido sobrino, Juan Antonio.
Doy gracias a Dios de que mi hermana no haya sufrido en el parto y por esta bendición del cielo.
Felicidades Clara!
Juan Antonio te quiero más que a nada en este mundo, que seas muy feliz en tu vida.
Gracias por esperar, Papá!
Espero que te haya gustado a ti, y nada más que a ti.

sábado, 19 de marzo de 2011

Estrella Gris (capítulo 2)

El frío y la niebla nocturna se notaba mucho en el ambiente.
La gran puerta se abrió.
De allí salió una cabeza que miró a ambos lados, para mirar si ya habría alguien o la colonia entera se había ido aterrada de las previsiones. Entonces dijo:
-¡Despejado, venga!-y salieron.
Hacía tiempo que se habían quedado dentro a vigilar un poco; eran Dagna y Serko.
-Por última vez, ¿adónde vamos?-decía sin parar Dagna.
-A aquella estrella-dijo Serko, cansado.
-¡¡Es imposible!!-gritó Dagna, tanto que el eco se escuchó hasta en el final de las montañas.
-Eso lo crees tú...-dijo Serko, entretenido con una especie de metrónomo.
Empezó a llover muy fuerte. Una tormenta se acercaba, pero lo raro era que no era nieve.
Era agua.
Dagna siguió a Serko mientras la tormenta seguía su ritmo frenético.
Los rayos estaban cerca.
Serko seguía con aquel extraño metrónomo con el signo de un lobo. Dagna no miraba.
Detestaba los lobos.
Serko cogió inesperada a Dagna, la agarró con el brazo, miró al cielo, y, contando mentalmente, despegaron de allí.
Dagna lanzó un grito ronco. No podía pasar esto, no estaba volando, era imposible.
Cerró los ojos. Creía que era un sueño. Y cuando los abrió...

Era un sitio muy raro.
Era un río. Contactaba con el agua, pero no la llevaba la corriente al estar metida allí en los rápidos.
Intentó incorporarse. Pero una mano lo impedió.
-¿Qué haces?-dijo Serko-no te muevas, o nunca terminará el proceso-.
-¡¡¿¿Qué proceso??!!-gritó Dagna.
-De seguir nuestro trayecto. Estamos perdidos en el mundo de las ilusiones y las sombras-.
-¿Cómo?-dijo Dagna.
-Si saliéramos de este lugar, dentro de poco seríamos capturados por las ilusiones y las sombras-le explicó Serko-es mejor quedarse aquí-.
-Bueno...-.
Ella se quedó un buen rato esperando, ya que no sabía que iría a hacer Serko, pero al final se desesperó y se fue antes de que la cogiera Serko diciendo:
-¡Me voy a buscar ayuda!-.
Serko quiso ir, pero el metrónomo empezó a funcionar y antes de que Dagna se diera cuenta Serko se había ido.
-¡¡Serko!!-dijo Dagna-¡bueno, pues intentaré salir yo sola!-y se marchó al centro de aquel mundo.
-¡Dagna!-gritó Serko, desde su vuelo hacia la estrella.
"No. ¿Y ahora qué hago?" pensaba.
Mientras la estrella gris se apagó. No se veía ninguna estrella allí.
Había llegado la mañana hacía unas horas, pero la estrella seguía divisándose hasta que Dagna y Serko se separaron...
 "¡Qué raro!" se dijo Serko. "Normalmente la estrella se vería..."
Y mientras seguía volando pensó en Dagna, estaría muerta de miedo...

Tercer capítulo pronto!
PD: No se va a publicar LA ESPERANZA HA CERRADO POR DEFUNCIÓN, y en lugar de aquello, aquí está el segundo capítulo de este relato

Atrapado en el mundo de Oz

Aquí estoy.
Siempre sin moverme, me gustaría poder irme a caminar por los valles y todo este infinito mundo.
Ojalá pudiera.
Si pudiera moverme, si buscara a alguien para ayudarme y volver a pasar por las baldosas amarillas como hice una vez para encontrarme en el Castillo Esmeralda.
Todos esos gnomos, ¡tan simpáticos y cariñosos!, me tienen miedo.
No consigo pensar en otra cosa que ser el que da más miedo, aunque no quiera.
No soy grande, como piensan, soy como los gnomos de pequeño.
Era avaro, quería ser el más grande del mundo cuando llegué. Pero me arrepiento.
Todos vienen a mí, con miedo.
Nadie me comprende.
Dejé todo por esta profesión: mi amada, el hijo que esperábamos...
Solo soy una persona.
Nadie me quiere ya.
Sólo soy alguien a quien acuden las personas por una farsa.
Debería morir.
Solo saber que estoy atrapado aquí, en el mundo de Oz...
Me suicidaré. No quiero seguir aquí hasta toda la eternidad por ser un "mago", una persona que quería más y más.

La persona que vimos en el musical tiene sus problemas...
Ya no los tendrá más...
Así fue la muerte del mago de Oz

miércoles, 16 de marzo de 2011

Mis votos

Mis dos votos en la encuesta han sido para los que iban peor:
-Estrella Gris
-El Destino
Quitando así un punto a cada uno de los otros dos a los cuales había votado antes!
Gracias por votar.

lunes, 14 de marzo de 2011

Como pintar el cielo de rosa...

Los de mi instituto sabrán lo que es esto:

La felicidad.
Sí, eso, como abrazar a tu madre en un momento difícil para ella, como oler el campo después de una tormenta, como colar la canasta en el último segundo para que tu equipo gane la liga, como sacar una buena nota en una asignatura que se atragantaba. Como volar y hacer magia como los magos de los cuentos.
Como ser Dios.
Como ser TU propio dios. Hacer los ríos morados, las nubes verdes, o el cielo pintado de rosa.
Volar mientras pintas aquel infinito cielo, viendo tu mundo, tu gran mundo, estar satisfecho de ver el cielo.
Ir más allá.
Volar más alto, tanto que puedas ver tu mundo entero.
Los ríos morados, las nubes verdes, y el cielo pintado de rosa...

Las cosas que nos decían:

Éramos pequeños.
Nuestros padres siempre nos han dicho cosas de muy pequeños para entender de otra manera la vida:
Hoy.
"Los malos nunca ganan".
Esta frase es mentira, ya que los malos están ya ganando a los sedientos de justicia en el mundo, y además.
Sí, pero: "Si tu eres el malo, acepta tu derrota...

viernes, 11 de marzo de 2011

La cantata del diablo

Es muy larga, pero os recomiendo esta canción.
In Nominne, Diabulus et Belial
Satan, Lucifer, Astaroth et Yahvé
Mägo de Oz.

Estrella gris (Capítulo 1)

El último rayo de sol se iba en aquel lugar. Aunque sería la última vez en 6 meses que se vería el Sol.
Llegaba el invierno al Polo Sur, más frío.
Los esquimales buscaban alguna manera de irse de aquel lugar. Estaban seguros de que iba a ser imposible quedar allí sin mucha resistencia.
Una casa destacaba por sus gritos, la discusión entre una madre y una niña, de unos 10 a 12 años:
-¡Nos tenemos que ir, Dagna!-exclamó el padre-¡si no...!-no quiso terminar la frase, al recordar que sus padres murieron en un alud.
-¡¡Nunca!!-dijo Dagna-¿¡por qué?!, si este lugar nos quisiera matar, ya lo habría hecho, ¿no?-y se fue.
Sus padres, airados y confusos de que hacer con Dagna, susurraron:
-La tendremos que dejar con alguien que se vaya a quedar en la colonia-.
-Ya, pero... ¿quién?-.
-Nuestro vecino se va a quedar un tiempo-dijo entonces el padre, triunfante-es joven y resistente, seguro que se sentirá bien con ella-.
-Además-saltó Dagna-me ha hablado mucho sobre este lugar-.
Sus padres, ya viendo lo entusiasmada que estaba la niña, aceptaron.
Llegaron a la casa deseando dejar a Dagna pronto e irse antes de que partiera el último avión hacia Berlín, su antigua patria.

El joven que abrió debía ser unos años mayor que ella. Unos 15 años.
-Buenas noches-dijo.
Y la familia respondió al unísono igual.
-Joven-dijo el padre, que ni siquiera conocía su nombre-¿puedes cuidar a Dagna?, es que...-
-Es que-respondió en su lugar la madre-no se quiere ir de aquí, y decidimos que eras la mejor persona para cuidarla hasta que volvamos, dentro de unos meses, ¿podrás?-concluyó la madre.
-No puedo, debo-dijo el joven con una sonrisa-que le vayan bien en Berlín. No pasa nada, yo cuidaré de Dagna-concluyó cogiendo a Dagna-.
-Bueno, nos vamos sabiendo que está en buenas manos-y se marcharon, despidiéndose de Dagna.
-¡Hola, Serko!-dijo Dagna, contenta.
-Hola Dagna-dijo Serko con la misma sonrisa que Dagna-quiero enseñarte hoy algo-su semblante era serio.
-Vale...-dijo Dagna.
"¿Qué le pasará?"pensaba, mientras abandonaban la entrada, cerrando la gran puerta por la que entraban ya las primeras ráfagas de frío intenso invernal.

Subieron una gran escalera, que crujía como si fuese de hace siglos. Era verdad. La familia de Serko había vivido allí desde tiempos inmemoriales. Y él era el último de su familia.
Sus padres lo abandonaron allí con 7 años. La familia de Dagna le ofreció vivir con ellos, pero él rechazó la propuesta, aunque si pedía algo de ayuda cuando la necesitaba. Se quedó solo, pensando en sus cosas.
Conoció a Dagna un año después. Él le enseñó cosas que normalmente lo haría un profesor, y ella escuchaba y tomaba nota.
Pasaban todo el año allí, pero este invierno iba a ser muchísimo más frío y duro de lo normal.
Llegaron a una gran puerta, más grande que la principal. Serko cogió un manojo de llaves, y fue buscando. Dagna observaba asombrada que habían ido a la planta alta, cosa que a Dagna le tenía prohibido Serko. Aquella noche era especial.
La puerta se abrió.
Había muchos estantes con libros revueltos, telas de araña, una gran mesa con más papeles, escritos, libros, etc. revueltos y un ventanal abierto con un telescopio gigante.
Dagna estaba maravillada solo con entrar a aquella sala. Casi nunca Serko había entrado allí en su presencia, y nunca había visto ella nada de allí.
Serko se acercó al ventanal, e hizo gestos para que se acercara Dagna, y ella se acercó.
El cielo mostraba más estrellas que nunca. Dagna no entendía nada sobre estrellas. Por eso, se cortó un poco al ver que Serko le señalaba varias estrellas.
-¿Ves aquella estrella?-dijo Serko.
-A ver...-dijo, mirando por el telescopio-¡eso no es una estrella!-exclamó-¡eso es humo o algo así! ¡Si es gris!-añadió.
-Mira bien-dijo Serko.
-Parece una estrella...-dijo insegura Dagna-pero es díficil de distinguir...-.
-Pues allí es donde vamos a ir-dijo Serko, tranquilo.
-¿¡CÓMO?!-gritó Dagna-¡entonces me hubiera ido con mis padres!-.
-Te necesito, Dagna-se excusó Serko-eres lo único que puede ayudarme.
-No te entiendo-casi susurró Dagna.
-Pronto lo harás...-
Y cogió rápido de la mano a Dagna y salieron de la habitación.
En ese poco tiempo Dagna se quedó pensativa, y no tuvo tiempo para reaccionar. Salieron de la casa.

Segundo capítulo pronto!
^^

martes, 8 de marzo de 2011

El Aquelarre Maldito

Siglo XVI:
Era noche cerrada. Los murciélagos volaban por el aire que estaba despejado. Los búhos ululaban más que nunca. Se oían gritos de multitud furiosa.
La gente sensata no miraba. Era un crimen. Sabían lo que era.
Entre toda la gente que chillaba de furia contenida, una mujer chillaba de puro terror:
-¡¡Estáis locos!!-decía sin cesar. Pero ellos no terminaban sus festejos.
Todo el mundo sabía lo que significaban esos chillos mezclados.
Aquelarre.
La quema de brujas era habitual en aquellos lares. Pero aquel día era especial.
Cinco "brujas" serían quemadas por crimenes contra la naturaleza de Dios. Ellas decían que no eran brujas, pero nadie escuchaba sus lamentos aquella noche.
Se llamaban Laura, María, Sara, Miriam y Ana. Todas tenían los ojos marrones menos Laura, que los tenía grises y profundos.
Todas tenían el pelo rizado, menos Laura, ella lo tenía liso y muy largo.

Se estaba preparando la hoguera. El cielo despejado se llenó del humo espeso del fuego de un aquelarre. Primero llegaría Sara.
Era una mujer normal, siempre lo había sido, pero en un juicio que ni iba contra ella la acusaron de brujería. Era lo peor que le había pasado. Pero aquella noche sería peor.
Ella todavía se movía violentamente por escapar. La desnudaron y humillaron. Aquella ocasión era especial. Normalmente quemaban a las brujas con ropa y directamente, pero aquella vez decidieron alargar el ritual...
Sara gritó. Chilló para pedir ayuda, pero nadie le ayudaba. Al contrario, era maltratada por la muchedumbre de allí.
Terminada la humillación, el cura y el alcalde del pueblo llevaron a la condenada cerca de la hoguera.
-Una bruja te entregamos, para que mandes al infierno con Lucifer, Señor supremo-dijo el cura mirando el cielo.
-Una vida culpable tiene que ser colmada-concluyó el alcalde-y ahora...-y lanzó con violencia el cuerpo desnudo de Sara a la hoguera.
-¡¡NO!!-chilló Sara.
-Si es cuerpo digno, Dios la salvará-dijo el cura, triunfante.
Sara siguió chillando hasta que su cuerpo se consumió en el fuego. Su familia, lejos del ritual, lloraba. Sabía lo que acababa de pasar...
Llegó Ana.
Ella ofreció resistencia. Tiró a algunos guardias que la desnudaban, e hirió a algunos presentes que la maltrataban, pero al final del ritual, murió, mezclando sus restos con los de Sara.
Lo mismo pasó con María y Miriam.
Laura mostraba un semblante serio, despreocupado. Parecía que era espectadora, y no la próxima víctima.
Ella fue ya desnudada y fue maltratada, como en los otros aquelarres.
Pero llegó la hora de la hoguera.
Unos espectadores se marcharon. Ya terminaba el gran ritual, y las 5 brujas habían muerto. O eso creían...
Laura seguía en la hoguera, tranquila. El fuego no consumía sus miembros.
De repente, hubo un gran temblor en el suelo. Todo el mundo se sobresaltó, pero Laura no.
Apareció una gigantesca criatura. Cogió a Laura del fuego. No le hizo nada.
Todo el mundo se iba corriendo. Era Satán.
-¡Ahora quedáis malditos!-dijo-¡no haréis ningún aquelarre, sino, el fin de los tiempos llegará!-y se marchó con Laura.
El alcalde, que estaba tan sorprendido como el pueblo, dijo.
-¡¡Así se demuestra como el Maligno estaba a su favor!! ¡¡Sigamos realizando aquelarres para conseguir dejar sin ningún enviado más al diablo!-y todo el mundo dio un grito de guerra. No sabían que estaban avisados.
Pasó una semana, y la noche mostró un paisaje similar al de aquel día. Como ellos acordaron, el fuego del aquelarre se avivaba, mientras la susodicha "bruja" gritaba:
-¡Será el fin de los tiempos, no lo hagáis!-por eso pensaban que era una enviada de Satán.
Ella se presentó ante la furiosa multitud, y la tiraron sin más. Querían terminar el ritual.
La bruja mostraba una amplia sonrisa, como si el fuego le hiciera cosquillas.
-¡Aszum, takan, Astaroth et Casam!-chilló.
De pronto se oscureció mucho más el paisaje, tanto que casi no veían, a pesar del fuego.
Las nubes lo cubrieron todo. Desde arriba, Lucifer observaba tranquilamente el espectáculo.
-...Os lo advertí-y se marchó con una risa maligna.
Aquella macabra carcajada dio lugar a millones de rayos y truenos. Corrían de un lado para otro.
No sería suficiente.
La oscuridad llegaba sobre toda la Tierra. Cada ojo ya veía más negro.
Más negro.
Más negro.
No vio nada.
El Apocalisis llegó a su fin.
Lucifer rió. Era demasiado tarde como para pedir disculpas.
No habría más errores...

Antes de la segunda parte...

Antes de eso...
EL DESTINO
-No-dijo sin más.
-Ya lo hemos discutido, y tengo que partir-replicó él.
-Sí, pero, ¿estás seguro de que volverás?-
-Si el destino quiere que estemos juntos, sí-dijo, mientras le abrazaba con fuerza.
-¿No podemos cambiar el destino?-dijo ella.
-Nunca lo haremos-y se marchó hacia el avión.
La mujer miraba impotente como marchaba para defender a su país su amado desde que tenía conciencia. No quería perderlo, era lo único que le quedaba después del accidente en el que murieron sus amigas, el incendio de su antigua y solitaria casa.
Gimió. No le gustaba recordarlo.
Vio como su amante se marchaba, pensando, si volvería.
Antes de marcharse vio por el rabillo del ojo al avión de su amante explotarle un ala.
-Sí el destino lo ha querido así-murmuró-que sea.
Y se marchó dejando a su amante en sus últimos momentos...

lunes, 7 de marzo de 2011

Algo sobre mí

En esta entrada os voy a contar la historia de como me apasioné por la lectura y la escritura:
Yo era muy optimista, era un chaval de unos 10 años al que no le importaba nada más que jugar con sus amigos. Pero una mañana de 17 de Junio de 2009, me dijeron antes de ir al colegio que mi abuelo... había muerto.
Me abalancé sobre el pecho de mi padre, y lloré, hasta que no me quedaron lágrimas. Mi abuelo y yo nos llevábamos tan bien. Incluso me daba 1€ por ir a visitarle. Quizás sabía que le quedaba poco.
-Tenía 89 años-me decían mis compañeros-se tenía que morir tarde o temprano-pero no me reconfortaba.
Hace poco que había encontrado mi pasión por la lectura.
Una amiga mía, llamada Eva, me dijo que leyera, era una pasión que ella sentía. Solo leía y leía, se sentía identificada con los libros. Yo me uní a ella, fuimos buenos amigos, y todavía hablo con ella.
Había escrito un pequeño libro, llamado La Noria Encantada, y otro llamado Perdidos En El Espacio I. Pero desde ese día me interesé un poco más por el drama. Mis primos me ayudaban con los libros, pero un día dije basta.
Y me puse a escribir por mi cuenta. Por ahora no he terminado ningún libro, pero tengo tres proyectos:
-Nuevos Horizontes, el 1ero que quise hacer solo
-El juego de los Fantasmas I, que lo he convertido en un libro largo, en vez de un fragmento que iba a poner aquí.
-Y La Aventura veraniega, que utilizo a mi prima y su otra prima que no me toca nada como protagonistas, tienen 5 y 6 años, pero son muy divertidas.
Y, al hacer el blog de mi equipo de fútbol, decidí hacer La Cercanía a la Tinta, blog ya suprimido, e hice este, del que estoy muy orgulloso.
En música me gustan todos los tipos, menos lo latino en algunos casos. El Folk-Metal me apasiona.
Irónico, ¿no?

LOS VALLES DE HERIKAN (Capítulo 1) ^^

LA LLEGADA
La medianoche se acercaba. Las calles se oscurecían y dejaban que las sombras de los altos edificios las atraparan. En una apartada discoteca, un grupo de adolescentes bailaban sus canciones preferidas. Entre ellas destacaba una mujer, de casi 19 años, llamada Helen. Tenía el pelo muy alisado, de color marrón, y ojos azules y profundos.
-Me voy-decía a sus amigas, que seguían bailando mientras se despedían de su amiga-.
Llegó a las calles, algo dolorida por la aglomeración de gente en la discoteca que le hizo algun que otro accidente sin mucha importancia.
Ella no era muy extrovertida, se atrevía a salir de vez en cuando, pero normalmente estaba en su casa pensando, porque ella no soñaba, pensaba en su vida, y muchas veces creía que le quedaba corta vida.
"¡Qué buena fiesta!" pensó, "debería salir más a menudo".
Pasó por su establecimiento favorito antes de ir a casa: "La casa del Jazz" y se puso a escuchar su canción preferida: Pearl of Night.
La escuchaba, conmovida con aquellos acordes de piano, con aquellas notas de saxo, y con aquella viola...
Helen se quedó un rato escuchando Pearl of Night, que duraba más de 10 minutos, y, además, no tenía prisa; o eso creía ella.
La música se apagó de pronto, y Helen se estremeció sin saber por qué.
"¿Qué está pasando?" se dijo.
De repente se oyó el viento, que arreciaba con mucha fuerza, de repente. Helen se aguantó al alféizar del escaparate.
El horizonte mostraba otro paisaje muy distinto, pero ella seguía en la calle, aguantándose al escaparate con fuerza, y miró con fijeza la gran "televisión" que se le mostraba y que pretendía cogerla. Pero era fuerte, y ofreció resistencia. Sabía que nadie estaba allí para ayudarla.
El mundo rotó.
Se aguantaba ahora a una farola que estaba oportunamente puesta al lado de aquella rara frontera.
Después de eso, ella estaba encima de aquella frontera, y un resbalón daría su caída hacia allí.
Tras eso, Helen estuvo un tiempo en silencio, después de sus gritos desesperados.
Y escuchó palabras en alemán, idioma que no entendía nada:
-Kommen sie mit uns...
Helen fue perdiendo la conciencia al escuchar estas palabras que desde dentro se escuchaban, hasta casi quedar inconsciente, pero reaccionó cuando empezó a caer a aquel pozo, intentó aguantarse a la farola, pero no lo consiguió.
Cayó, pero antes de oscurecerse el paisaje vio unos gélidos ojos verdes mirándola con preocupación.



En medio de un bosque, no había ni una nube, pero aún así tampoco estaba el sol, ni las estrellas, así que nada se podría ver allí.
Helen se incorporó. Estaba muy cansada, como si hubiese realizado un gran viaje durante toda la noche, y se sorprendió al verse allí, en aquel bosque.
Se fue a un río que bañaba aquellos valles, y se miró la cara. Era una joven, de 19 años. No había cambiado nada, menos el paisaje. Era mucho más colorido que las calles de Chicago.
Mientras se arreglaba un poco, lo vio.

Él era un chico de unos 20 años, con los ojos verdes, y demasiado gélidos. Parecían de hielo.
Lo recordó.
Antes de desvanecerse por completo de las calles de Chicago, vió unos ojos como los suyos mirándola con preocupación.
Viendo con más atención, descubrió que tenía alguna cicatriz y una cara algo pálida. Era castaño oscuro.
Se acercó, y el chico se estremeció y dijo:
-¡Qué bien, has despertado!-y saludó-me llamo Alex.
-Yo Helen-dijo saludando con la mano-¿qué me ha pasado?-.
-¿Cómo?-dijo Alex extrañado.
-¿Por qué anoche al ir a mi casa no pude llegar?-explicó resumido Helen.
-Ah-comprendió Alex-pues es que te estaban buscando...-.
-¿Quiénes?-preguntó intrigada Helen.
-Los Shurinnays de estos valles-dijo Alex-son una especie de samuráis especialistas en la espada. Esos ojos verdes que viste seguramente serían de su mentor, Akisho.
-¿Shurinnays?-preguntó Helen-¿dónde estoy?-.
-Bueno, vale, te lo contaré. Estás en unos valles termales, apartados de nuestro mundo. Soy el dueño de los baños además de protector de los valles que se extienden desde estos valles termales hasta unas colinas que te enseñaré.
-¿Cómo se llama el lugar donde estoy?-preguntó, algo harta, Helen.
-¡Ah, eso...!-dijo Alex. Yo creía que te acordarías de tu pueblo natal...-
-¿¡¿Cómo?!?-exclamó Helen-No. No puedo ser de aquí, nací y me he criado en Chicago-dijo.
-Bueno, quiero ir al grano, paseemos un rato por los valles-dijo, y se pusieron en marcha-te contaré la historia por la que te he traído.
>>Este país pequeño ha estado enfrentado al país de los Shurinnays, los samuráis del tiempo. Y, al final, se ha declarado la guerra entre los dos grandes países.
>>Yo llegué hace un año más o menos, estaba confuso, como tú ahora. No conseguía entender para qué me traerían aquí.
>>Pero lo entendí hace poco, como espero que lo hagas: Tenemos que luchar contra los Shirunnays. Somos un país pequeño, nada comparado con el suyo, y necesitamos todas las personas posibles.
>>Cuando oíste aquellas voces en alemán, eran ellos, que querían llevarte a su guarida secreta. Pero te salve con el portal de los mundos.
-¡Un momento!-dijo entonces Helen-¿portal de los mundos?-.
-Creía que ya sabrías que estamos en otro universo, acabamos de cruzar la llamada en este país Sheka.
-¿Sheka?-preguntó Helen.
-Es el portal que separa ambos mundos. Sólo se utiliza cuando es urgente, como ahora. Tienes que tener mucha fuerza interior para cruzar el Sheka sin un rasguño.
-Vale-cortó Helen-¡yo no soy de aquí!-exclamó-y si lo fuera, me sonaría el nombre de aquí... que, por cierto, se te ha olvidado mencionar...-
-Bueno, a eso iba-dijo excusándose Alex-este mundo es igual en nombre que el portal, Sheka, y estamos en este país, Herikan-de pronto Helen se estremeció, lo conocía-y estos son sus valles-.
-Me suena mucho...-confesó Helen-lo decía mucho mi madre cuando era pequeña, antes de que mi padre muriese...-.
-O a lo mejor...-dijo Alex.
-¿Qué?-.
-A lo mejor vino a Herikan a luchar-dijo Alex.
-¡No puede ser!-exclamó Helen-¡lo enterramos, aunque yo no fuera!-.
-Vuestros padres finjieron su muerte para que fueras a luchar contra los Shurinnays-dijo Alex, satisfecho.
Se quedaron un rato en silencio...
-Herikan...-dijo Helen.
-Sí-.
-¡Vamos!-gritó alegre a Alex-¡quiero conocer este mundo!-.
Y se fueron fuera de aquellos valles termales llenos de humeante agua, el río.


domingo, 6 de marzo de 2011

Cambio de nombre

El nombre será ahora LOS VALLES DE HERIKAN, y lo meteremos en dos partes.
La 1era parte, antes del 10 de Marzo.