El último rayo de sol se iba en aquel lugar. Aunque sería la última vez en 6 meses que se vería el Sol.
Llegaba el invierno al Polo Sur, más frío.
Los esquimales buscaban alguna manera de irse de aquel lugar. Estaban seguros de que iba a ser imposible quedar allí sin mucha resistencia.
Una casa destacaba por sus gritos, la discusión entre una madre y una niña, de unos 10 a 12 años:
-¡Nos tenemos que ir, Dagna!-exclamó el padre-¡si no...!-no quiso terminar la frase, al recordar que sus padres murieron en un alud.
-¡¡Nunca!!-dijo Dagna-¿¡por qué?!, si este lugar nos quisiera matar, ya lo habría hecho, ¿no?-y se fue.
Sus padres, airados y confusos de que hacer con Dagna, susurraron:
-La tendremos que dejar con alguien que se vaya a quedar en la colonia-.
-Ya, pero... ¿quién?-.
-Nuestro vecino se va a quedar un tiempo-dijo entonces el padre, triunfante-es joven y resistente, seguro que se sentirá bien con ella-.
-Además-saltó Dagna-me ha hablado mucho sobre este lugar-.
Sus padres, ya viendo lo entusiasmada que estaba la niña, aceptaron.
Llegaron a la casa deseando dejar a Dagna pronto e irse antes de que partiera el último avión hacia Berlín, su antigua patria.
El joven que abrió debía ser unos años mayor que ella. Unos 15 años.
-Buenas noches-dijo.
Y la familia respondió al unísono igual.
-Joven-dijo el padre, que ni siquiera conocía su nombre-¿puedes cuidar a Dagna?, es que...-
-Es que-respondió en su lugar la madre-no se quiere ir de aquí, y decidimos que eras la mejor persona para cuidarla hasta que volvamos, dentro de unos meses, ¿podrás?-concluyó la madre.
-No puedo, debo-dijo el joven con una sonrisa-que le vayan bien en Berlín. No pasa nada, yo cuidaré de Dagna-concluyó cogiendo a Dagna-.
-Bueno, nos vamos sabiendo que está en buenas manos-y se marcharon, despidiéndose de Dagna.
-¡Hola, Serko!-dijo Dagna, contenta.
-Hola Dagna-dijo Serko con la misma sonrisa que Dagna-quiero enseñarte hoy algo-su semblante era serio.
-Vale...-dijo Dagna.
"¿Qué le pasará?"pensaba, mientras abandonaban la entrada, cerrando la gran puerta por la que entraban ya las primeras ráfagas de frío intenso invernal.
Subieron una gran escalera, que crujía como si fuese de hace siglos. Era verdad. La familia de Serko había vivido allí desde tiempos inmemoriales. Y él era el último de su familia.
Sus padres lo abandonaron allí con 7 años. La familia de Dagna le ofreció vivir con ellos, pero él rechazó la propuesta, aunque si pedía algo de ayuda cuando la necesitaba. Se quedó solo, pensando en sus cosas.
Conoció a Dagna un año después. Él le enseñó cosas que normalmente lo haría un profesor, y ella escuchaba y tomaba nota.
Pasaban todo el año allí, pero este invierno iba a ser muchísimo más frío y duro de lo normal.
Llegaron a una gran puerta, más grande que la principal. Serko cogió un manojo de llaves, y fue buscando. Dagna observaba asombrada que habían ido a la planta alta, cosa que a Dagna le tenía prohibido Serko. Aquella noche era especial.
La puerta se abrió.
Había muchos estantes con libros revueltos, telas de araña, una gran mesa con más papeles, escritos, libros, etc. revueltos y un ventanal abierto con un telescopio gigante.
Dagna estaba maravillada solo con entrar a aquella sala. Casi nunca Serko había entrado allí en su presencia, y nunca había visto ella nada de allí.
Serko se acercó al ventanal, e hizo gestos para que se acercara Dagna, y ella se acercó.
El cielo mostraba más estrellas que nunca. Dagna no entendía nada sobre estrellas. Por eso, se cortó un poco al ver que Serko le señalaba varias estrellas.
-¿Ves aquella estrella?-dijo Serko.
-A ver...-dijo, mirando por el telescopio-¡eso no es una estrella!-exclamó-¡eso es humo o algo así! ¡Si es gris!-añadió.
-Mira bien-dijo Serko.
-Parece una estrella...-dijo insegura Dagna-pero es díficil de distinguir...-.
-Pues allí es donde vamos a ir-dijo Serko, tranquilo.
-¿¡CÓMO?!-gritó Dagna-¡entonces me hubiera ido con mis padres!-.
-Te necesito, Dagna-se excusó Serko-eres lo único que puede ayudarme.
-No te entiendo-casi susurró Dagna.
-Pronto lo harás...-
Y cogió rápido de la mano a Dagna y salieron de la habitación.
En ese poco tiempo Dagna se quedó pensativa, y no tuvo tiempo para reaccionar. Salieron de la casa.
Segundo capítulo pronto!
^^
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